Conseguir que una relación sentimental prospere y madure más allá de las primeras etapas del enamoramiento requiere tolerancia, empatía, paciencia y mucha comunicación.
Las relaciones de pareja pueden parecer complejas en determinados momentos, pero la realidad es que son mucho más sencillas de lo que se piensa. Somos los humanos quienes muchas veces las complicamos porque no siempre sabemos gestionar bien nuestras emociones. Por si eso fuera poco, a menudo, las expectativas que tenemos del amor se ven frustradas por la realidad. Todo ello, unido a los cambios personales que se experimentan a medida que pasa el tiempo, puede llevar a que el vínculo acabe deteriorándose y a veces incluso rompiéndose. No obstante, conseguir un amor sereno, pleno y maduro es posible. Para ello resulta fundamental tener en cuenta que hay que dejar atrás la etapa del enamoramiento y los ‘fuegos artificiales’ que la acompañan para dar paso a una fase menos apasionada y fervorosa, pero no con menos sentimiento. Si la relación tiene una base salida, será más fácil que prospere, incluso cuando lleguen los problemas extremos, que antes o después siempre acaban haciendo acto de presencia, o el tedio de la rutina lo invada todo. En cambio, si el amor comienza a flaquear, es bastante posible que la pareja se tambalee y corra serio peligro. Pero, como casi todo en la vida, las relaciones siempre se pueden fortalecer gracias a estos ingredientes:
- Comprensión. Entender a nuestra pareja y ponernos en su lugar resulta fundamental para que un amor progrese adecuadamente. También mantener en todo momento el respeto y buscar puntos en común y caminos de encuentro cuando surja algún conflicto.
- Diálogo. La comunicación es indispensable en cualquier tipo de relación, pero todavía más en las amorosas. Sentarse a hablar tranquilamente y expresar preocupaciones, opiniones y sentimientos resulta clave. Cuando no hay diálogo, llegan de manera inevitable los malentendidos y los problemas de pareja. Por supuesto, una buena comunicación implica tener capacidad de escucha. No vale solo con decir nuestro punto de vista, sino que es necesario prestar atención al otro.
- Complicidad. Compartir momentos de calidad y bonitos también es una de las características de los amores plenos y serenos. Ademas, es muy importante mantener viva la llama de la pasión.
Lo que no debe faltar en un amor sereno
Algunos hábitos de pareja nos pueden ayudar a disfrutar más fácilmente de una relación saludable y duradera. Uno de ellos consiste en que haya simetría en las conversaciones que se mantengan. Es decir, no vale con que uno hable siempre y el otro escuche. Tiene que haber reciprocidad. Por otro lado, es importante no renunciar a la vida social, tanto en común como por separado. Además, siempre ayuda cambiar de aires y viajar.
