Cuida tu mente

Síndrome del impostor

Si eres brillante en tu profesión y has conseguido logros relevantes, pero, aun así, crees que no estés a la altura y sientes una gran inseguridad, es muy posible que seas víctima de este trastorno.

¿Qué es el síndrome del impostor?

Algunas personas nunca se creen merecedoras de los ogros que obtienen en el plano educativo o laboral, a pesar de que sus méritos para conseguirlos son obvios y objetivos. Es el caso, por ejemplo,-del típico estudiante brillante que siempre recibe matrículas de honor, pero piensa que sus notas son solo producto de la suerte. O el de un trabajador que consigue un ascenso importante en su empresa gracias a su enorme valía y experiencia, pero, aun así, siente que no está a la altura.

Esta inseguridad constante a la hora de valorar los propios triunfos, capacidades y habilidades va mucho más allá de una manera de ser y no tiene nada que ver con una falsa modestia, sino que se trata de lo que se conoce como «síndrome del impostor«. Un trastorno psicológico que no es clínico porque no está clasificado en ningún tratado médico, pero que afecta a mucha más gente de la que se cree y que, eso sí, puede mejorar enormemente con la ayuda de una buena terapia. Según la doctora Valerie Young, siete de cada diez personas lo han sufrido alguna vez en la vida: «Millones de mujeres y hombres en todo mundo, desde exitosos directivos hasta brillantes estudiantes o actrices, como Kate Winslet, estén secretamente preocupados por no ser tan capaces como todos creen».

¿En qué consiste el síndrome del impostor?

El término fue acuñado por primera vez en 1978 por las psicólogas Pauline Glance y Suzanne Imes en un artículo en el que se definía como «un fenómeno psicológico caracterizado por la incapacidad para internalizar los logros y por el temor persistente a ser catalogado como un fraude».

Este tipo de trastorno puede influir negativamente tanto en el bienestar emocional de quien lo sufre como en su carrera estudiantil y profesional, ya que una de sus consecuencias más habituales es la del autoboicot. Como siempre, para evitarlo y superarlo, el primer paso consiste en identificar sus síntomas, para poder saber si se padece o no. Entre las señales más frecuentes destacan las siguientes:

  • Creer que lo conseguido es fruto del azar y no de los propios méritos.
  • Falta de confianza y seguridad, baja autoestima y constantes expectativas de fracaso.
  • Miedo de que los demás descubran que estén siendo engañadas porque se es un «fraude».

Claves para superar el síndrome del impostor

Una de las primeras cosas que debe aprender una persona que sufra el síndrome del impostor una vez que lo haya identificado, es a aceptar, de buen grado, los cumplidos y felicitaciones de los demás, porque estos surgen a raíz del propio esfuerzo y por méritos propios y no son solo una simple convención social o norma de educación.

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