Consultorio Psicológico

Vergüenza en Gimnasia

«El caso es que me da vergüenza ir a clases de gimnasia. Por prescripción médica, me he apuntado al centro social de mi barrio para hacer algo de ejercicio físico. La gente con la que coincido es de mi edad y parece muy maja. La verdad es que me he sentido muy acogida. El problema es que me cuesta horrores soltarme a la hora de realizar algunos movimientos porque soy muy pudorosa. La monitora me insiste en que me deje llevar y permita que mi cuerpo fluya, pero me veo incapaz de conseguirlo».

Violeta (Burgos)

La vergüenza surge cuando no nos sentimos adecuados para hacer algo, lo que nos provoca pudor e incomodidad ante determinadas situaciones, sobre todo en aquellas en las que nos vemos expuestos. Todos nos enfrentamos a la vergüenza en mayor o menor medida en algún momento. Para superarla, basta con querer hacerlo e ir poco a poco, sin forzarse, pero sin refugiarse en ella para no progresar. En tu caso, aprovecha que el grupo con el que coincides en tus clases es acogedor para ir ganando confianza y poder soltarte con los movimientos que mencionas sin miedo. No pienses tanto y deja que tu cuerpo, tal y como la monitora te dice, fluya libre de encorsetamientos y complejos.

Deja un comentario

DISEÑO WEB GrupoUnetcom