Esta peculiar personalidad, que en algunos casos puede llegar a ser un trastorno, se caracteriza por una autoestima excesiva, la sensación de superioridad y la falta de empatía.
A lo largo de nuestra vida es bastante probable que nos encontremos con alguna que otra persona con personalidad narcisista, pues se trata de una manera de ser bastante común. No obstante, toparse con alguien con un narcisismo patológico es bastante más complicado, ya que se calcula que tan solo un 1% de la población padece ese tipo de trastorno psicológico. Por eso conviene diferenciar entre lo que es tan solo un tipo de personalidad y lo que es una enfermedad mental, aunque, como es lógico, comparten determinadas características, que en el segundo caso se llevan al extremo.
Por ejemplo, una autoestima completamente excesiva, el sentimiento de superioridad y un exceso de confianza son síntomas propios del narcisismo, así como sobreestimar las propias capacidades, subestimando las de los demás, y tener la necesidad constante de recibir la admiración de otros. Cuando esto no ocurre, aparecen la frustración y la ira, que se proyectan en los que tienen cerca en forma de desprecios y falta de respeto.
Según la última actualización del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM 5), una personalidad narcisista debe contar como mínimo con cinco de los siguientes aspectos o rasgos:
- Sobreestimación de la propia valía personal.
- Necesidad excesiva de ser admirado e incluso adulado por otros.
- Fantasías habituales de éxito y poder.
- Sentimientos de ser más especial respecto a los demás y creencia de tener un derecho adquirido por el que tiene que recibir un trato privilegiado, ya que la gente se lo debe absolutamente todo.
- Explotación de la gente para conseguir sus metas.
- Carestía de empatía e incapacidad para ponerse en el lugar del otro.
- Envidia de todo el mundo o sentimiento de ser envidiado por el resto.
- Arrogancia y prepotencia desmedidas.
Principales causas del origen del narcisista
El narcisismo como tipo de personalidad se gesta durante la infancia. Uno de los motivos que lo provoca es un desapego excesivo por parte de los padres y que en algunos casos llega incluso al maltrato. Mientras que la otra de las razones más comunes consiste en una atención y admiración muy altas con fines manipulativos.
¿Cuándo es patológico el narcisismo?
Todo el mundo puede presentar ciertos niveles de narcisismo y egocentrismo. El límite a partir del cual comienza a dejar de ser sano lo marca la manera en la que tratamos a los demás. En algunos casos, además, puede tratarse de un trastorno psicológico. Las características principales de este son la tendencia a utilizar siempre a los demás para conseguir algo, la incapacidad absoluta para encajar las críticas, un malestar acusado cuando no se recibe admiración y una competitividad exacerbada.
Manual para relacionarse con un narcisista
Relacionarse con una persona narcisista no solo no es una tarea fácil, sino que puede resultar muy estresante, frustrante y, a menudo, dañino, ya que uno de sus modos de comportarse más habitual es el de minusvalorar a los demás; lo que acaba por minar la autoestima de cualquiera, incluso de aquellos con más seguridad en sí mismos. Discutir con los narcisistas sobre la manera en la que tratan a los otros no suele ser eficaz, porque ellos no son consientes realmente del daño que hacen. Lo mejor que se puede hacer para lidiar con este tipo de personas es establecer unos límites claros y distanciarse emocionalmente. No obstante, lo ideal sería lograr que acudan a una terapia psicológica.
