El amor propio y el autocuidado también se pueden aprender y trabajar en cualquier momento para que, entre otras cosas, nos ayuden a establecer relaciones más saludables y crear nuestra autoestima.
La autoestima es el amor propio que sentimos y la valoración que hacemos sobre nosotros mismos. Cuando esta es buena, resulta más fácil alcanzar el bienestar y establecer relaciones saludables; mientras que, si es baja, las posibilidades de caer en la dependencia de otras personas y en vínculos tóxicos aumentan. Por eso es muy importante prestarle atención para poder aumentarla en el caso de que sea necesario y crear nuestra autoestima de manera saludable.
Por fortuna, se trata de una cualidad variable que se puede aprender y trabajar en cualquier momento de la vida. Lo ideal, tal y como asegura el psicólogo y escritor Walter Riso, es enseñarla en la infancia. Las escuelas, según él, también deberían incluir asignaturas como ‘amor propio’ y ‘aprender a perder‘, tan importantes como las Matemáticas o la Lengua, ya que gracias a ellas los niños conocerían perfectamente cuáles son las claves de una vida afectiva sana y plena, con menos dolor y riesgo de sufrir abusos.
Pero nunca es tarde para ser conscientes de la importancia que tiene una buena autoestima y para poder alcanzarla. Para ello, explica Riso, resulta imprescindible conocer sus cuatro pilares fundamentales, que son los siguientes:
- El autoconcepto o lo que se piensa de uno mismo.
El concepto que u tenemos de nosotros se refleja en la manera que nos tratamos. Aunque no seamos conscientes de ello muchas veces, por norma general somos víctimas de nuestras propias decisiones. Qué nos decimos, qué nos exigimos y como hacemos las cosas pueden aumentar o minar la autoestima. Hacer que la balanza se incline a un lado u otro depende en gran medida de nosotros. - La autoimagen.
El juicio que hacemos sobre nuestro físico influye mucho en el amor propio. Trabajar cuanto nos gustamos a nosotros mismos es básico, aunque resulte bastante complicado. - El autorreforzamiento.
No basta solo con quererse, sino que también hay que expresarlo, premiándose y mimándose. - La autoeficacia o la confianza que se tiene en uno mismo.
Es el cuarto aspecto esencial de la autoestima. Plantearse retos y apostar por uno mismo son claves.
Otras claves para mejorar y crear nuestra autoestima
Además de los cuatro pilares principales descritos por el psicólogo y escritor Walter Riso, existen otras claves importantes en la autoestima. Por ejemplo, Nathaniel Branden señala la relevancia de vivir de manera consciente; aceptar y corregir los errores, así como aprender de ellos; ser conscientes de que somos responsables de nuestra propia felicidad; aceptarnos a nosotros mismos; autoafirmarnos, dando importancia a nuestros sueños, deseos y metas; vivir con un propósito claro; y establecer una serie de valores e ideas que guíen nuestro camino. Reforzar todos esos aspectos nos ayudará enormemente a querernos más y mejor ya mantener nuestra autoestima en niveles buenos y saludables.
