«No sé si mi madre es alcohólica, pero desde luego bebe demasiado alcohol. Desde que se quedó viuda hace un par de años, cada vez que vamos a verla a su casa la encontramos con una copa de vino. Además, en las celebraciones familiares también se toma alguna copa de mis. AI principió, no le debamos importancia, pero ahora tenemos la sensación de que puede tener un problema de alcoholemia y que ahoga sus penas en la bebida en lugar de afrontarlas como debería».
Belén (Cádiz)
Si creéis que vuestra madre tiene realmente un problema de alcoholismo, lo primero que deberíais hacer es hablar con ella sin caer en broncas ni discusiones sobre el tema. Comentadle que os preocupa que beba demasiado y preocupaos por como se siente ella. Dejad que se abra y que se exprese. Si observéis que no atiende a razones, intentad convencerla para que pida ayuda profesional.