«De pequeña tuve problemas de crecimiento y ahora, a mis 42 años, solo mido 1,50 metros. Siempre he sido la mas bajita de clase, de Ia oficina… y es una situación que me incomoda. Además, tengo el pecho muy grande, por lo que se me ve desproporcionada. Cada vez odio mas mirarme al espejo y eso hace que me cueste relacionarme con los demás». Barbara (Sevilla)
Muchas veces es complicado aceptarnos tal y como somos porque estamos muy influenciados por los estereotipos de mujeres y hombres perfectos que vemos en los anuncios y que suelen seguir el mismo patrón. Sin embargo, es importante que aprendamos a querernos con nuestros defectos y nuestras virtudes. Ser más bajita que el resto o tener més pecho no te hace peor que otras mujeres, sino diferente. Tu eres tú y no tienes que compararte con nadie más. Vuelve a mirarte al espejo, no le tengas miedo, y descubrirás que detrás de tus complejos se esconde una mujer fuerte y bella por dentro y por fuera.